Un duro viaje de ida otro de vuelta, una larga estancia, mucha naturaleza, muchas plantas que apuntar, muchas fotos y vídeos, alguna que otra anécdota, ¿un árbol que da maría?, si, estas y muchas cosas fueron lo que hizo el grupo G4 es su visita a La Adrada. Mediante esta crónica se explican con detalle todo el transcurso de la visita y como juntos llegamos a superar esta actividad, como siempre, con mucho humor.
Más de una hora de viaje, la carretera la mayor parte mal asfaltada y con numerosas turbulencias, algunos mareados, el ánimo, un tanto desanimado al principio... , si nos paramos a mirar en la primera parte de la excursión, la visita ha sido un desastre, no obstante cuan grande fue nuestro asombro al bajarnos del aquel autocar de olor peculiar, como digo con pocas ganas de nada al levantar la mirada y admirar lo bonito que era ese lugar, la pureza de ambiente y la tranquilidad que se respiraba. Ciertamente nuestro ánimo se vio incrementado.
Nada más llegar a la Adrada nos dirijeron hacia el jardín y poco nos detuvimos a contemplar los especímenes de la entrada porque nos condujeron a todos a una explanada donde Axel, el dueño, se iba a disponer a repartir los grupos y a organizar la visita. Para empezar dio una muy breve explicación de la historia de el jardín su mantenimiento y algunas curiosidades, tras esto agrupa el populacho en dos turnos, mientras unos visitaban el jardín, los otros tendrían que realizar la actividad propuesta en el colegio, para ello nos dieron un papel con una serie de cosas que supuestamente , deberíamos encontrar.
Comenzamos la tarea, para ellos nos dirijimos aparentemente hacia los autocares de nuevo, lo que provoca una ligera distorsión al grupo, pero nos damos cuenta que el camino que debemos seguir, se encuentra al lado de los autocares. Todos los grupos se reúnen en torno al comienzo del camino para hacerse las debidas fotos, tras esto nos disponemos a empezar la actividad. Aparentemente seguimos a la gente que va por delante nuestro mientras lo cual hacemos fotos y empezamos a grabar algo. A las 11.18 nos encontramos una masa en un árbol y divagamos sobre si es nido o ramas. Continuamos caminando sin rumbo hacia el frente hasta que nos encontramos un camino hacia la derecha, lo seguimos. No vemos más que árboles, la mayoría pinos y muchas zarzas, hacemos fotos tras esto. A las 11.23 Alba y Mamen se detienen a hacer fotos a algo que aparentemente pertenece a nuestra hoja, la verdad no parece mas que un simple arbusto pero no perdemos la confianza. Seguimos caminando entre la maleza y para nuestro asombro nos encontramos con un poste eléctrico. A las 11.45 tras realizar algunos hallazgos y numeroso vídeos y audio, volvemos. A la vuelta nos encontramos con un ejemplo de geometría y simetría en la naturaleza, lo cual debíamos encontrar.
Entramos en el jardín de nuevo y nos disponemos a hacer fotos a muchas flores interesantes que encontramos. Una anécdota que quiero añadir, un compañero del grupo del que no debería decir su nombre (Adolfo) andaba desesperado desde el principio del camino pues no encontraba ninguna misera hormiga a la que fotografiar, pero para su fortuna al realizar fotos a las flores detecta un punto negro en el suelo, ¡ al fin una hormiga a la que fotografiar! tras esto, Adolfo recupera el buen ánimo. Por último, localizamos geometría en una telaraña.
A las 12.07 Axel nos reúne en torno a él para comenzar la visita, por fortuna nos toca el como guía. Nos cuenta que los terrenos del jardín fueron comprados por sus padres en el año 56, pues a los alemanes les gustaba invertir el dinero en la naturaleza en el pasado. Ambos hermanos de Axel son ingenieros agrónomos, vamos, que la familia es adepta a lo bello que es el medio. La zona, rica en plantas y aves, es el tercer lugar de España con más variedad de plantas con más de diez tipos de árboles. Tras esta clase de historia nos dirigimos primeramente hacia la entrada. Ya ahí la primera parte de las plantas que nos disponíamos a contemplar eran plantas arizónicas en su mayoría cactus y ágaves, muy resistentes al frío y al calor, debido a que dicha zona soporta el peor temporal de todo el jardín, Axel destaca la presencia del Ágabe americano y de la Viginea marítima. Después de esto nos dirigimos a nuestra retaguardia y nos fuimos a un segundo sector, donde encontramos una serie de arbustos, como las Fotinias, Crataegus, Labandas, Mediomoneanders, etc, y también una serie de coníferas, de las cuales hay 50 tipos en todo el jardín, de las cuales destaco la Dublaser Canadá, Enebro chino, Abeto coreano y el Cipresus Lailandi.
Procedemos tras esto a fotografiar algunas flores interesantes del ambiente como la Péndula del Cedro del Aplas, inmediatamente después cuenta la historia de como se metió un Árbol de Georgia desde USA para trasladarlo a España. Llegamos a un tercer sector por el que pasamos rápidamente en el que Axel no se detiene mucho a explicar por la falta de tiempo, pero si cita el nombre de algunas plantas como el Encina Chaparro, Algata americano, Delfas con borde B o la Hiedra con borde B. Nos encontramos también un Ágabe que produce marihuana, este último provocó en el pueblo una gran expectación y despertó a los adormilados.
Entrabamos en el cuarto sector, donde se encontraba el baño, que he de decir, que alivió a un gran número de personas, este, se encontraba dentro de una cabaña donde se vendían piedras semipreciosas. Fuera de ella se encontraba un estanque en el que podíamos encontrar Lotus, Ninfeas, miriofilums y algunos nenúfares (cabe decir que el jardín presenta nueve tipos de nenúfares) . Tras esto ya entramos en el último sector en el que prácticamente ni nos detenemos por la falta de tiempo y en el que nos encontramos algunos bustos entre la maleza. Además de estos encontramos también algunos Cedros, acebos, bambú, maonias, lluvias de oro, helechos y también algunas plantas arizónicas, por aquí también hacemos alguna que otra foto y vídeos. Ya al final Axel nos enseña a una de sus joyas, un Wollemia Novilis, un escaso árbol que se creía extinto hace doscientos millones de años, pero que se descubrió en Australia en el 1994, del cual, quedan unos 80 ejemplares en el mundo.
Tras esto llegamos de nuevo al punto de partida en el cual concluimos vídeos, hacemos las últimas fotos y audios y nos vamos a los autocares. Cabe decir que como no, respetamos la popular costumbre que posee nuestra clase y llegamos tarde al lugar donde se encontraban los autocares, por lo que tuvimos que acelerar el paso, lo que provocó nuestro enfado e indignación y la de Don Paco.
No podríamos hablar de una excursión larga porque no lo fue, ni aburrida porque aunque no te gusten las plantas, estuvo entretenido, ni siquiera cansina, porque no andamos mucho, yo lo citaría como una experiencia enriquecedora y muy instructiva, así como, por lo menos en mi caso, una manera muy buena de utilizar el tiempo.
Juanjo Martínenz
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